y ahora me cortas las alas.
(...)
Déjame ser libre pero a mi manera"
"Perdonen caballeros, es que aún soy nuevo en esto:
¿Dónde dicen ustedes que radica lo de ser feliz?
¡Ah, sí! creo que entre alguno escuché un concepto honesto:
se trata de mostrar siempre que en mi mesa hay perdiz,
y que en mis días paso nunca episodio molesto,
que si alguien, alguna vez acaso me vió infeliz,
es ahora solo pasado y ya en cambio por nada protesto.
Pero creo ahora caballeros, y me disculpan lo modesto,
que del arte de fingir me he vuelto el mejor aprendiz,
pues ya claro tengo que todo es cuestión de un gesto,
que disimule lo penoso que mi ser esconda en la raíz,
pues para nadie es atractivo saber cuán asqueroso apesto.
Más conveniente es siempre lucir por fuera el mejor barniz,
restregarle al mundo que de todos tengo yo el mejor puesto.
Y, finalmente, todos pensarán: "no hay nadie más feliz"
Muy a pesar de que en el corazón se esconda todo lo opuesto.