ir en otro rumbo sería mediocre.
Sigue aunque nada te importe,
nadie notará que tu alma es ocre.
Antes pensaba que tenía un sentido,
que mi naturaleza se pintaba en el horizonte.
Pero luego sentí ese olor fétido,
me vi vieja y seca como rinoceronte.
Tal vez fui demasiado apresurada,
llegué muy rápido a ese norte.
Mi brújula da vueltas apurada.
Lentamente fui perdiendo el porte.
Ahora camino sin rumbo.
Todo lo anterior parece mentira.
Rendida y cansada me tumbo,
ya nada me llama o me tira.
Ciega estoy sin corazonada.
Ciega perdida en el atardecer.
Ciega camino sin sentir nada.
Ciega esperando palidecer.
