CAYO

.

Hoy me levanté decidida, con ganas de sacar cayo.

No llorar porque se va abril, o porque ya llega mayo.

Superar rápido un problema y pasarlo de soslayo.

Como toda una grande, corregirme cuando fallo.

Resistir como una guerrera, montar mi caballo.

Ser yo, pero con agallas, ya no quiero ser vasallo.

Que nada se me vuelva un mar o la causa de desmayo.

No quiero vivir sintiendo que en cualquier momento estallo.

Darle vueltas a lo mismo es como estar mamando gallo.

Es cambiar el nombre a asuntos que, de hecho, son tocayos.

Dicen que no hay mejor lección que el error y que el ensayo,

¡al carajo! o aprendo de una vez o que ya me caiga un rayo.

(BIS)

Escribiendo otra vez.

A lo mismo, otra vez.

Soy una boba, otra vez.

En fin, en fin, en fin...

BIS a todo, otra vez.

De reojo me sorprendió esa mirada tuya.

Y desde adentro una voz me gritó: “¡Huya!”,

Las neuronas saltaron y prendieron las alarmas,

Pero los glóbulos rojos también sacaron sus armas.

Decidí creerme la valiente y seguirte el juego,

“Una miradita no es nada, a nadie se la niego”,

Juré: “esto no me puede, será otro de mis retos”,

“Que ni crea que caigo. Ya no creo en los cuentos”.

Pero vos tenés pócima enredadora en los ojos,

Sentir tu risa hermosa mata los demás antojos,

Y aquí estoy, escribiendo versos mañés, otra vez,

Y allá estás, te fuiste y yo perdí, otra vez, otra vez.

La ciudad sigue. Siguen todos, como si nada, en Medellín.

Para mí está desierta. No estás vos. Soy una boba. En fin.

Las neuronas me lo advirtieron con sus alarmas,

Pero mis glóbulos rojos adoran repetir karmas.