lunes, 14 de octubre de 2013

NO.

-En el siguiente acto, demostraremos que la magia existe.
Necesitaremos una persona, que esté perdidamente enamorada, pero quiera dejar de estarlo, ¿algún voluntario?

No habían muchos voluntarios entre el público: no porque no estuvieran dispuestos a dejar el enamoramiento, sino porque casi nadie ha podido conocer ese estado.
Una persona subió al escenario.

-Ok. Ahora vamos a demostrar la fuerza y el poder de esta magia. Repita conmigo este conjuro: "No estoy enamorado. Eso es una bobada que ya enterré y me importa un carajo".

-"No estoy enamorado. Eso es una bobada que ya enterré y me importa un carajo".

-Dígalo más fuerte, que todos lo puedan oir.

-"¡No estoy enamorado. Eso es una bobada que ya enterré y me importa un carajo!"

- ¡Todos juntos, ayudemos a esta pobre creatura, para que nuestras voces lleguen hasta los dioses y reaccionen todas las fuerzas sobrenaturales! Recordémosle para que se grabe en su mente: "No estás enamorado. Eso es una bobada que ya enterraste y te importa un carajo!"

-"¡No estás enamorado. Eso es una bobada que ya enterraste y te importa un carajo!"

- ¡Eso es! Con toda la mente, con todo el corazón, con toda la voluntad: ¡¡¡¡DURO!!!!!

-"¡¡¡No estás enamorado. Eso es una bobada que ya enterraste y te importa un carajo!!!!
¡¡¡No estás enamorado. Eso es una bobada que ya enterraste y te importa un carajo!!!!
¡¡¡No estás enamorado. Eso es una bobada que ya enterraste y te importa un carajo!!!!"

- Perfecto. Silencio todos. Ya se lo dijimos suficiente como para demostrar la eficiencia de esta fuerza sobrehumana que está por presenciarse hoy.

Se acercó al susodicho, le pegó una cachetada y con voz suave le preguntó:

-¿Se te ha pasado, hermano? ¿Sientes que el amor se ha ido y estás sanado?

-No.

-Ahí lo tienen, señores. La demostración más infalible de la magia más grande que existe y que no puede ser revocada por ningún conjuro o cualquier otro tipo de artilugio. No existe fuerza mayor.
El amor es la mayor de las magias y queda demostrado.

El voluntario se sintió sorprendido y bendecido. Agradecido de haber sido testigo de una fuerza así. Todos, en la sala, estaban maravillados, descrestados. Definitivamente era un espectáculo que nunca dejaría de sorprender".