domingo, 3 de marzo de 2013

DESPELLEJO


¡Que se taponen los poros que sudan si te ven!
¡Que se atrofie mi sistema nervioso debajo de mi piel!
¡Que no me corra la sangre, como loca, desesperada,
por cada vena roja, azul o morada!

Quitarme la piel sería lo más prudente:
Para borrar tus huellas debo ser despellejada,
Mas reconozco: no me siento tan valiente,
Para zafarme de este órgano y quedar descuartizada.

Nadie dijo que fuera un espectáculo alegre o agradable:
No es chic arrancarse las células, por tu mirada, contagiadas,
Ni lo es separar la dermis del músculo con un filoso sable,
Como curando una lepra de ronchas letales y enamoradas.

Siempre es triste tirar el lienzo que ama ser pintado con tus besos.
Despedirme de las hormiguitas trepando por la espalda.
Triste huir, evitar que se impregne del perfume de tus abrazos.
Abandonar esa cobija en la que se acurruca el alma.

Es un sacrificio andar con el músculo expuesto al aire libre,
Pero aun cuando duela, arda, pique y hasta el viento me lastime,
Lo prefiero a vivir atada a un amor que me desequilibre,
Aunque el cuero cargue ese recuerdo tan bonito y tan sublime.